En el país se diagnostican más de 4000 nuevos casos de cáncer de mama, lo que constituye la segunda causa de muerte en la mujer peruana, según información de La Liga Contra el Cáncer. Bajo ese contexto, los pechos son una zona que merece especial cuidado y atención de su parte.
Al igual que el resto del cuerpo, es importante vigilar cualquier anomalía para detectar con tiempo el desarrollo de una enfermedad mortal, especialmente si se trata de una neoplasia. De hecho, un diagnóstico temprano facilita el tratamiento e incrementa las posibilidades de recuperación.
“Detectándolo a tiempo, el cáncer de mama puede ser curado en más del 90% de casos. Un tratamiento oportuno puede ofrecer años de vida de calidad a las pacientes”, señala Dra. Silvia Falcón, sub-directora médica del Centro Oncológico Aliada.
Así pues, echa un vistazo a las siguientes recomendaciones que la experta brinda para mantenerse alerta ante la presencia de esta dolencia.
Estar atenta a cambios en la zona
Se incluyen bultos, nódulos, rugosidades, sensaciones de ardor, retracción de pezón y secreciones; anomalías que se presentan con mayor frecuencia al entrar en la madurez.
Tomar en cuenta la edad
A partir de los 40 años, se considera que todas las mujeres pueden verse afectadas por esta enfermedad, más allá de posibles factores de riesgo (como la obesidad o factores genéticos), pues hasta el 95% de diagnósticos son de mujeres sin ese tipo de predisposición.
Hacerse una mamografía al año
Al llegar a la cuarta década, a través de mamografías anuales, es posible detectar anormalidades imperceptibles desde el exterior. Esto es fundamental, ya que cuando estas creciesen, el diagnóstico estaría más avanzado.
Identificar antecedentes familiares
Para mujeres con riesgo hereditario, por ejemplo, con mamás, hijas o hermanas con la enfermedad, también es recomendable iniciar los chequeos desde los 30 años, en ese caso, mediante ecografías periódicas.