Negar los sentimientos, reprimer las emociones y sentir constante desesperanza son algunas de las características de un peligroso patrón de personalidad denominada tipo “C”. Un comportamiento que, según explica Ana Muñóz -guía de motivación-, suele desarrollarse especialmente en personas que han teniendo infancias difíciles.
“Las personas tipo C suelen haber vivido una infancia dolorosa, con humillaciones y necesidades insatisfechas, que han aprendido a reaccionar con esta conducta como la única salida para afrontar situaciones” precisa.
Muñoz explica que este comportamiento además de los efectos emocionales, ataca a la salud. “Investigadores han descubierto que las personas con personalidad tipo C, son más proclives a sufrir determinadas enfermedades, como asma, resfriados o cáncer” afirma. Por ello aconseja acudir a un psicólogo si se tiene un patrón de este tipo de conducta.

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