Para las chicas, el hecho de vestirse puede resultar una tarea muy complicada si no se mantiene algún tipo de equilibrio entre lo elegante y formal. El truco está en ser muy femenina y dejar en claro cómo es nuestra imagen.
El trabajo es un lugar en el que también no debes perder el glamour, ya que el atuendo debe ser bien diseñado y recatado para imponer respeto en todos los lados que estemos.
1. La clave está en conocer el código de vestimenta: Hay algunos lugares donde se tiene como idea la 'ropa de oficina' y se proyecta a algo aburrido con un look que no nos asienta. Sin embargo, algunas empresas optan para que sus trabajadores vayan más urbanos o clásicos, pero sin pasar a lo huachafo. No temas preguntarle al director de contrataciones acerca del código de vestimenta antes de tu primer día de trabajo.
2. Opta por no perder tu estilo, pero con mucho profesionalismo: Si se espera que uses trajes de negocios todos los días, necesitas invertir en algunos trajes a la medida y de buena calidad. No necesitas comprar un atuendo nuevo para cada día de la semana, pero es importante tener algunas prendas de color neutral fiables que sepas que son apropiadas para la oficina y que puedas mezclar y combinar fácilmente.
3. Olvídate del escote: El escote no solo es inapropiado en la oficina, ¡sino que también es inconveniente sostener tu blusa cada vez que trates de alcanzar un papel o abrir un cajón! Cuando se trata de blusas, opta por las que tengan mangas. Para evitar verte inapropiada en tu oficina, las blusas modestas son tu mejor opción. Recuerda que no debes confundir lo “modesto” con “desaliñado”. No hay escasez de blusas divertidas y a la moda que aún te mantienen cubierta y apropiada para el trabajo.
Te puede interesar: ¡Adiós coquetos! 4 pasos para lidiar con 'faltosos' en el trabajo