Cuidar la piel de los más pequeños del hogar es imprescindible durante todo el año y en especial en verano, ya que debido a su sensibilidad puede verse afectada por diversos factores externos, como los rayos ultravioleta, por lo que muchos padres con el fin de cuidar a sus hijos los sobreprotegen con ropas sumamente abrigadoras, sin tener en cuenta que esto provocar un sudor excesivo que les origina irritación, picazón en la piel y la aparición del sarpullido, que de no ser tratado correctamente podría derivar en lesiones y heridas.

Según el Ministerio de salud (Minsa), en verano aumentan en 50% los casos de sarpullido en bebés, siendo los menores de seis meses los más afectados. “Esto se debe a que la función de las glándulas sudoríparas ecrinas es escasa en el momento del nacimiento y se va incrementando desde el tercer día de vida, pero su actividad completa recién se alcanza casi a los dos años. Un sarpullido no tratado a tiempo puede evolucionar y complicarse con la presencia de microorganismos como hongos o bacterias, que necesitarán la consulta médica de inmediato”, afirma al respecto, la Lic. Raquel Quincho, docente de la carrera de Cosmiatría en el Instituto Carrión.

Teniendo en cuenta ello, la especialista brinda las siguientes recomendaciones para evitar el sarpullido por calor en los bebés durante el verano.

1. Báñalos. Los pediatras recomiendan el baño diario del bebé con agua temperada, con productos neutros especiales para esta piel tan delicada y especial.

2. Seca las áreas húmedas. Identifica las áreas donde tu bebé suele sudar más, como el cuello, axilas o entrepiernas. Lava estas zonas y evita dejarlas húmedas, pero de manera suave, casi como una caricia.

3. Colócale ropa adecuada. Evitar el uso de ropa muy abrigadora, recordemos que en los bebés las glándulas sudoríparas no funcionan al cien por ciento de su capacidad y es justamente la transpiración uno de los principales mecanismos que permite la regulación de nuestra temperatura. Es preferible vestir a los bebés con ropa ligera, especialmente de algodón.

4. Pon atención en el pañal. Evita el uso de pañales elaborados con materiales plásticos que podrían complicar el sarpullido con la aparición de un cuadro de pañalitis o dermatitis del pañal.

5. Protege su piel. Como tratamiento preventivo local se sugiere el uso de cremas o pastas dermoprotectoras.

6. No utilices talco. Muchas mamis lo hacían como prevención para tratar de mantener sequitos a sus bebes, pero se ha comprobado que este tipo de sustancias crean un clima propicio para la proliferación de microorganismos como la cándida albican, un hongo de fácil contagio que complica la situación del sarpullido y puede derivar en pañalitis, requiere tratamiento médico con antimicóticos.

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