En días de celebraciones las motos se ven por todos lados, ya sea para visitar a la familia o para afrontar la oleada de entregas típica de la temporada. Con el tráfico más intenso, las pistas abarrotadas y el caos vehicular en aumento es bueno seguir algunas pautas que hacen cada recorrido más seguro y llevadero.
ATENCIÓN. En calles saturadas los autos cambian de carril sin aviso o frenan de golpe. Mantenerse concentrado y anticipar movimientos evita choques y permite reaccionar a tiempo ante maniobras inesperadas.
VISIBILIDAD. La noche, la lluvia o la neblina dificultan que otros conductores vean a los motoristas. Revisar luces, usar ropa reflectante y mantener una postura visible ayuda a que le identifiquen incluso en calles muy concurridas.
PACIENCIA. Con las calles llenas y pedidos que se multiplican es fácil sentir presión. Salir con margen de tiempo y a un ritmo más lento evita errores y accidentes, tanto para quienes celebran como para los repartidores.
MOVIMIENTO. Evitar cambios bruscos de carril y frenadas inesperadas es necesario. Para los repartidores, planear rutas alternativas y mantener distancia con otros vehículos hace que el trayecto sea más fluido y seguro.
IMPLEMENTOS. Usar casco bien ajustado, guantes, chaquetas con protecciones y calzado adecuado protege frente a caídas y golpes. Los accesorios de seguridad hacen la diferencia en cualquier imprevisto.
EXCESOS. Las cenas, los brindis y los snacks improvisados pueden afectar la concentración. Evitar alcohol o comidas pesadas antes de conducir mantiene los reflejos activos y reduce riesgos en recorridos cortos o largo.
RUTINA. Aunque las fechas inviten a relajarse, las normas siguen vigentes. Respetar límites, semáforos y señales reduce multas y accidentes que pueden arruinar una entrega o una reunión familiar.
Mantener la calma, estar concentrado y usar el equipo adecuado ayuda a que cada viaje o entrega termine sin sobresaltos.
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