¿Conviene tener una relación “demasiado buena” con tu jefe?

¿Cómo es posible? Tener una relación buena con los superiores es una de las metas de la mayoría de trabajadores, pero el hecho de tener relaciones “demasiado buenas” con tus jefes puede volverse un serio problema.

En principio es importante decir que no hay nada de malo en tener una relación sólida con tus jefes, pero a la larga esta situación puede conducir al cansancio, al cinismo o la decepción por parte del empleado.

Esto ocurre debido a que tu estrecha relación con tus superiores te pone en una situación que te obliga a comprometer tu ética o tu criterio sobre algo porque tu jefe amigo espera que estés de su lado para ese momento.

Todo termina en algo que la mayoría de nosotras jamás esperaríamos que ocurriera, las mismas tensiones que sentimos con las personas más cercanas a nosotros fuera del trabajo, como nuestro padre o nuestra pareja.

Aunque parezca que tener una buena relación con tu jefe podría mejorar la comunicación, también puede hacer que la relación entre ustedes sea más intensa y esto se debe a que mientras más nos acercamos a alguien, más vulnerables somos.

Si es que tienes una relación cercana con alguien, la decepción se percibe como una traición. El jefe amigo puede ver tus decepciones como un rechazo, no las interpreta como una falla sino como algo personal.

Lo que puede ocurrir es que la relación laboral se ponga tensa y decidas alejarte un poco de esa persona, pero con el paso del tiempo, la distancia terminará convirtiéndose en rencor, lo que podría llevar a situaciones muy tensas.

Seguramente tu jefe amigo pensará que te alejaste porque ya no te simpatiza y si no sabe manejar sus emociones podría desencadenar en un serio problema dentro del trabajo, así que conviene desde un principio dejar las cosas claras.

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