El consumo de glucosa es indispensable para el funcionamiento del organismo de los niños, sin embargo su exceso puede generar problemas en su salud y en su crecimiento. Es por ello que la web abcdelbebe explica la ingesta de dulce puede ser diaria, pero moderada.
Cantidad. Pueden ser de 3 cucharadas al día, aunque esto dependerá de cada organismo y de la edad que tenga el niño. La nutricionista y dietista Diana María Salinas considera que es básico educar al niño y a su hogar: “Son los papás los que determinan los hábitos alimentarios del niño desde la primera comida: si le ponen azúcar a esta ya le están generando un hábito, pues el niño desconoce lo que es el azúcar y aunque para los papás la comida puede tener un sabor insípido, para el niño no”, asegura.
La azúcar puede introducir en la dieta del menor al año de nacimiento. No se le debe negar, lo importante es darle una porción pequeña y poner reglas claras, una de las más importantes es acostumbrarlo a que no coma azúcar o chocolates todo el tiempo. El dulce se puede dar a través de frutas que tengan glucosa, como por ejemplo una uva o una manzana. Son más nutritivas y más benéficas que un helado.
Es recomendable acudir al pediatra cuando el niño se ha acostumbrado al dulce ya que es difícil quitarlo radicalmente, sino que tiene que iniciar un proceso de adelgazamiento en el que no se vea afectado su crecimiento. No le ofrezca a su hijo dos alimentos azucarados a la vez, por ejemplo, si le va a dar un vaso de leche con azúcar no lo mezcle con cereales azucarados.
TE PUEDE INTERESAR:
Sepa cómo donar leche materna puede salvar vidas
Violencia familiar: Estos son los 4 pasos que debes seguir si eres víctima
Indigestión: 4 errores comunes que debes evitar
3 alimentos que previenen las enfermedades oculares