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Por lo general se caracteriza por un periodo de confusión mental y comportamientos infantiles repentinos como masticar sin tener alimentos en la boca, abrir y cerrar los ojos continuamente. También hay debilidad y sensación de fatiga profunda, así como tener la mente en blanco, es decir cuando la persona es incapaz de responder preguntas o mantener una conversación.

 

De igual manera es frecuente las convulsiones, sin embargo, son difíciles de notar pues consisten en episodios de mirada fija que pueden pasar inadvertidos con facilidad. Además estos síntomas aparecen súbitamente y solo dura segundos o un minuto. Es usual además el cambio de emociones como miedo, pánico, alegría o risa inexplicable.

 

La visión también puede ser afectada, desde el avistamiento de destellos o alucinaciones: ver cosas que no existen. La pérdida del control muscular y caídas a menudo , tensión en la cabeza, el cuerpo, brazos son otros síntomas. Lo común es que todas estas señales pueden detenerse después de unos minutos o continuar durante 15 minutos.