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Es difícil saber cuándo un niño atraviesa por momentos difíciles o cuándo presenta comportamientos anormales. Más de un padre confunde la inquietud de su hijo con hiperactividad, o los berrinches y la mala conducta con un ataque de ira. Sin embargo es importante prestar atención a estas conductas porque pueden ser síntomas de que algo no va bien.

 

Una forma de identificar que es hora de visitar a un especialista, es cuando se identifica problemas de aprendizaje, tendencia a mentir constantemente, dificultades para prestar atención, problemas para dormir o berrinches excesivos a una edad que ya no les corresponde. También se puede considerar señales como que moje la cama, se muestre demasiado tímido o que muestre adicción a la TV, a los videojuegos o a la comida.

 

Si detectas cualquiera de estas conductas, es recomendable visites al psicólogo junto a tu hijo, y a la vez que evalúes, haciendo una autocrítica, el tipo de educación que le estás dando. Y recuerda: los extremos nunca son buenos, ni el control excesivo y riguroso, ni la libertad desbordante.