Dirty talk: 7 reglas para 'hablar sucio' en la cama

Hay una gran diferencia entre sonar sexy y sonar vulgar o ridícula. Hablar sucio en la cama puede ser sumamente excitante, pero solo si se hace bien, ¡No pases un mal momento! Aquí te contamos cuáles son las reglas para usar el 'dirty talk' en la cama y salir triunfadora. Tu chico te lo agradecerá.

1.- Primera prueba. ¿Nunca lo han intentado? Escribirle mensajes de texto subidos de tonos te ayudará a entrar en confianza y saber si a él le gusta o no le gusta que le hables así. Antes de empezar, nárrale detalladamente lo que tienes planeado hacer en la cama. Verás cómo va subiendo la temperatura.

2.- Atrévete pero sé sutil. La clave es dar pasos pequeños pero seguros. Paso a paso. No puedes pasar de frente de un "quiero sentirte" a "quiero sentir tu pene". Si no está costumbrado, ¡lo espantarás! En el intermedio necesitas algo como "quiero sentirte dentro de mí". 

3.- ¡No tengas roche! Es lo primero que tienes que hacer. Olvídate de los eufemismos. Muchas mujeres tienen reparos al nombrar las partes íntimas y utilizan apelativos que, a veces, resultan poco excitantes. Llama a las cosas por su nombre.

4.- No es lo que dices sino como lo dices. Las palabras no bastan, utiliza el volumen y los sonidos correctos. Los suspiros, gemidos y grititos de placer harán maravillas en la cama. Utiliza el poder del contacto visual y susúrrale al oído.

5.- Tu comodidad es primero. Si tu no te sientes cómoda diciendo algo, él menos. ¡Se dará cuenta! Si dices algo que no quieres decir, probablemente termines riéndote o avergonzándote de ti misma.

6.- No pienses solo en él. No dediques todo tu esfuerzo en pensar frases y palabras que exciten a tu pareja. Si esas palabras son sensuales para ti, seguramente también lo serán para él. Concéntrate en qué te excitaría.

7.- Las faltas de respeto no están permitidas. Si tu pareja dice algo que no te gusta, díselo lo antes posible para que trate de evitarlo. Indícale que palabras puede y no puede usar. Así evitarás que ambos pasen un mal momento. Ojo, es un juego, no la realidad. No debe traspasar las cuatro paredes.

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