Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.

El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.

Hoy te cuento la historia de Carolina, de 48 años, que vive en Los Olivos:

Señora Moro, esto harta de mi marido. Ricardo sigue empeñado en dormir tapado con dos frazadas a pesar de que está haciendo un calor horrible. Ya le dije que no me deja dormir y solo me ignora. No puedo dormir en mi cama porque él sigue sintiendo frío.

Mi esposo siempre ha sido muy friolento, pero no pensé que lo llevaría a este extremo. Dormimos con una colcha de hilo y sábanas, pero debajo de todo eso Ricardo le pone una manta polar que me achicharra y no me deja dormir tranquila. Ya he probado echarme encima de la cama sin taparme, pero él se mueve y me despierta.

Cuando le dije que quería sacar la manta, se enojó conmigo doctora. Me dijo que yo era mala, que quería que se resfríe. ¿Cuál resfrío? No entiendo. Está haciendo un calor horrible en toda la ciudad y él siente frío. No quiere ir al doctor, me dice que no tiene ningún problema. A mí nada de esto me parece normal, señora Magaly.

El pleito ha llegado a tal punto que yo siento un dolor de cabeza nefasto de sólo pensar en que se acerca la hora de dormir. Imagínese. Estos últimos días me he ido a dormir al sofá de la sala con la ventana abierta, porque yo sudo toda la noche y es incómodo para mí.

Me duele la espalda, es injusto. Sé que hay una forma en que los dos podamos dormir tranquilos pero él no quiere colaborar. ¿Qué debo hacer?

CONSEJO

Estimada Carolina, ¿has probado comprar una manta más pequeña? Si la cama es de tamaño matrimonial y él usa una frazada de ese tamaño, intenta ofreciéndole una que mida la mitad de la cama. Así él podrá abrigarse sin jalar nada y no tendrás que despertarte o pasar calores en la noche. Otra forma sería que retires la manta y él se coloque un pijama abrigado. Busca el diálogo.

ESCRÍBEME TU CASO A .