La Sábana Santa de Turín, o más conocido como el Manto Sagrado es una reliquia utilizada, según cuentan, en la sepultura de Jesús. Esta está hecha a base de lino y tiene 4.20 metros por 1.10 metros en la que se ve una muestra de lo que sería el cuerpo de un hombre que ha sido crucificado.
En la Biblia también se ha hecho mención de este manto. En Mateo, capítulo 27 versículos del 57 al 59, se dice que José de Arimatea sepultó a Jesús con el mismo manto con el que recibió su cuerpo de manos de Poncio Pilato.
Esta información y el hallazgo de este manto llevaron a los investigadores de National Geografic a comprender el misterio detrás de la imagen vista en el mismo. Es entonces que, hasta 1898 el fotógrafo Secondo Pia logró captar imágenes reveladoras del manto que estaba en discusión. En él se develaron las facciones del rostro compungido y claras marcas de sangre y las heridas abiertas en el mismo.
En descubrimientos posteriores a los resultados del fotógrafo, desde 1931 a 1973 se llevaron a cabo más fotografías de la reliquia en donde, también, se llevaron a cabo pruebas de rayos X, fluorescencia y pruebas química durante 120 horas y se concluyó que no era un fraude. El manto es completamente real.
Recién en el 2011, los medios del mundo lograron difundir la información sobre la verdad de este manto que no resultó ser, por nada, un objeto medieval, sino que pertenece al Siglo I antes de Cristo.
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