Abusar de los autorretratos con el smartphone , es decir, la fiebre de selfies ha llevado a investigadores de la Sony Brook University de Nueva York a concluir que el uso excesivo de esta moda puede provocar una predisposición a desarrollar un trastorno de ansiedad y depresión en los adolescentes, sobre todo en las mujeres, quienes tienden a comparar sus realidades con las que ven en este mundo "ideal" de las redes sociales.
Pero hay más. “Tomarse selfies no es una adicción, es un síntoma de Trastorno Dismórfico Corporal que implica estar constantemente pendiente de su apariencia. Los fans de los selfies pueden estar horas tomando instantáneas para no mostrar ningún defecto visible” , comentó a los medio el Dr David Veale, psiquiatra en el Hospital de Maudsley (Londres).
Por su parte La Asociación Americana de Psiquiatría (de Estados Unidos) ha calificado este fenómeno del selfie como un trastorno mental. Y la define como “el deseo compulsivo-obsesivo de tomar fotos de uno mismo y publicarlas en las redes sociales como una forma de compensar la baja de autoestima y para llenar el vacío interior”.
Al final los especialistas coinciden que el problema no es en sí la tecnología, sino el uso patológico que le dan algunas personas. A tener cuidado.

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