Todos hemos oído acerca del famoso Punto G femenino y su extraordinaria capacidad de producir intenso placer mediante la estimulación apropiada.
Se le ha llamado el punto G masculino, aunque en realidad se trata de la próstata, una glándula que genera el líquido seminal.
Y sí, el punto G de los hombres se encuentra en el interior del recto, a unos 5 cm del ano, hacia la vejiga. Puede accederse a la próstata a través del ano, introduciendo un dedo. Traspasado el esfínter anal, se llega al recto. A unos cuatro o cinco centímetros de profundidad, en su pared anterior (la que mira al pene) se encuentra un abultamiento como de un centímetro de espesor: es la próstata, el famoso Punto G masculino.

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