La violencia ejercida por los hijos dirigida hacia los progenitores se denomina filio parental o ascendente. Este tipo de maltrato ocurre en el seno del hogar y se da mayormente cuando los hijos conviven con sus padres. Especialistas señalan que se da de forma consciente e intencionada, a lo largo de un tiempo y en repetidas ocasiones, generando daños emocionales en los padres.

Factores

Este tipo de violencia surge, porque muchas veces los hijos fueron maltratados desde pequeños, por lo que desquitan su ira, cólera y rencor cuando ya son jóvenes. Para Carmen Inés Díaz, psicóloga de la clínica La Luz, la predominancia de este maltrato se da hijos varones hacia las madres.

Efectos

Los padres, en especial si son personas de la tercera edad, se vuelven más introvertidos, inseguros y empiezan con cuadros de depresión y angustia.

Asimismo, se generan los conflictos familiares entre los parientes que maltratan y aquellos que defienden la integridad de los progenitores.

¿Cómo solucionarlo?

Lo ideal es que todos vayan a terapia. En el caso de los hijos  es necesario que ellos aprendan a superar el pasado y a manejar los recuerdos negativos. Lo recomendable es que primero vayan los hijos solos y después asistan a terapia en conjunto con los padres, para sellar el vínculo.


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