El consejo para que el óxido no se acumule en ningún utensilio que usemos en la cocina de nuestro hogar es bastante sencillo y tiene que ver con llevar una limpieza habitual, pero si ya es muy tarde para evitarlo, una usuaria ha revelado a través de las redes sociales uno de sus trucos caseros para deshacerse de ese color opaco y suciedad que tanto dolores de cabeza nos trae.
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En un grupo de Facebook de más de 200.000 miembros llamado Mrs Hinch Cleaning Tips, cuelgan estas curiosos y eficaces remedios para que no gastes ni un centavo en la limpieza de los objetos de casa. ¿Quieres saber cómo quitar esas manchitas de óxido de las sillas de tu cocina? Olvida los productos especiales y usa productos que tienes en la despensa. Quedará como nuevo y en cuestión de minutos.
Cómo limpiar cosas oxidadas en cuestión de minutos
El paso del tiempo, la exposición al exterior, la humedad o el contacto con algunos productos químicos corrosivos puede hacer que la pulcritud de los objetos se vaya perdiendo. Este método es fácil, sencillo y casero. El consejo de Jo Nichol, una mujer de la localidad de Hampshire, en Reino Unido, consiste en cubrir el exterior de la superficie dañada con kétchup y dejarlo secar durante unos minutos.
Cuando veas que el kétchup se ha secado, quítalo, pero no con un trapo sino con papel de aluminio arrugado. Así una vez lo hayas pasado por toda la zona metálica podrás ver que dejará la superficie como nueva. Muchos usuarios del grupo de Facebook se han quedado asombrado ante el truco y no han dudado en comentar el post (hay más de 5.000 respuestas), que tiene más de 1.200 ‘me gusta’.
Un remedio para casos graves
Si lo que quieres es recuperar algo que lleva en ese estado durante un buen tiempo porque es bastante antiguo te vas a encontrar ante un verdadero desafío reto. Haz bolas de papel de aluminio y sumérgelas en zumo de limón. Después frota la superficie varias veces para retirar las primeras capas.
Luego, sumerge la pieza que intentes limpiar bajo vinagre blanco. Debe quedar todo cubierto. Déjalo toda una noche y al día siguiente, pasa una almohadilla abrasiva con bicarbonato de sodio. En caso de que este objeto no quedara como se espera, no tendrás más solución que usar productos químicos como el ácido clorhídrico.