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Actualmente es un negocio que podemos ver en varios lugares de la capital. Desde una esquina hasta algún puesto en el mercado, pero también se encuentran en los mercados. Se trata de los huevitos de codorniz, un alimento sano, rico y cuyas propiedades ya eran conocidas en la antigua china para combatir males como el asma , rinitis y la tos.

 

Es más comparado con los huevos de gallina, los huevitos de codorniz tienen un 2% más de proteínas pese a su menor tamaño. También contienen 140% de vitamina B1 frente al 50% que hay en los huevos de gallina. Además se le atribuyen beneficios para combatir los síntomas de las alergias dado que cuenta con la proteína ovomucoide.

 

Del mismo modo, son un combatiente natural contra trastornos del tracto digestivo como las úlceras estomacales. Los huevos de codorniz fortalecen al sistema inmunológico, promueven la salud de la memoria, incrementan la actividad cerebral y estabilizan al sistema nervioso. Ayudan contra la anemia al incrementar el nivel de hemoglobina en el cuerpo mientras remueven toxinas y metales pesados.

 

Los chinos usaban estos huevos para ayudar a tratar la tuberculosis, el asma e incluso la diabetes. Se recomienda comer de tres a cinco huevos de codorniz cada mañana, ya que promueve un sistema inmunológico fuerte y mejora el metabolismo. Puedes degustarlos sancochados o incluso crudos después de lavarlos en agua hirviendo ya que son resistentes a infecciones. A disfrutar.