La pérdida de uno o varios va más allá de un simple tema estético. Esta situación –que sufren miles de peruanos– tiene además una implicancia en la salud de las personas, debido a que afecta el normal funcionamiento del conjunto de la boca.

Algunas de las consecuencias más comunes de la falta de piezas dentales en la salud de las personas son: pérdida ósea, desplazamiento de piezas dentales, dificultad para masticar (lo que provoca una mala digestión), y enfermedades periodontales y caries.

Diversos peruanos vienen tomando consciencia de este hecho, lo que ha llevado a cada vez más personas estén optando por la colocación de implantes dentales, una forma efectiva de reemplazar los dientes perdidos y uno de los mayores avances en la odontología de los últimos 40 años.

“Los implantes están diseñados para disimularse entre los otros dientes. Están hechos de titanio y otros materiales compatibles con el cuerpo humano. Son tornillos que se colocan quirúrgicamente en el maxilar superior o inferior, donde funcionan como un ancla firme para los dientes de reemplazo”, explica Claudio Peña Soto, decano de Estomatología de la Universidad Científica del Sur (UCS).

Entre los beneficios de los implantes figuran la mejora de la capacidad para masticar, principal problema derivado de la pérdida de dientes; una mayor estética, pues imitan la apariencia de dientes reales y se integran perfectamente a la encía; e impiden la pérdida ósea.

Las piezas, además, son de fácil mantenimiento (con una correcta higiene y cuidados rutinarios, tus dientes e implantes se mantendrán sanos), no requiere tratamiento de los dientes adyacentes y su duración puede llegar a ser como la de un diente natural.

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