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En el folclore del país del sol naciente existen diversos relatos que podrían estremecer al más duro de los corazones y provocar pesadillas al más valiente de los hombres.

El Jorogumo es un tipo de Yokai o monstruo, que se concibe como una araña cuya apariencia cambia en la de una seductora mujer.

La historia cuenta que durante el periodo Edo, una bella dama tenía por costumbre atraer a hombres a una choza, donde empezaban a tocar el biwa, instrumento de madera y música tradicional japonesa. Mientras la víctima se distraía con el sonido de las cuerdas, el jorogumo lo envolvía en hilos de seda de araña para luego devorarlos.

Según narra la  japonesa, esta criatura vive en zonas solitarias, como sus congéneres animales. Son inteligentes y astutas y ven a los seres humanos como su única fuente de alimentos, en especial a jóvenes que están en la búsqueda de un amor inocente.

En algunas ocasiones el Yokai se ha vinculado con el poder de control de las arañas y como seres que pueden escupir fuego para atacar a quien quiera hacerles daño.

Desfile nocturno de los 100 demonios

Se comenta que esta historia ha sido inspirada del "El Gazu Hyakki Yako", el primer libro famoso del escritor japonés Toriyama Sekien, publicado en 1781.

El relato, que se ha constituido como una de las  más famosas del folclore japonés, está compuesto en tres volúmenes que detallan los orígenes de fantasmas, espíritus, espectros y monstruos legendarios de la cultura nipón.

El relato gira en torno a la terrorífica noche en que una legión de criaturas salen del inframundo a la superficie para atacar a un joven noble de la región que realizaba una visita a su antigua morada, en la avenida Ichijo-dori de Kyoto, a finales del año 1100. Finalmente, el hombre escapa sin ser visto con la ayuda de Buda. Una vez a salvo, canta y reza hasta el amanecer en medio de un bello prado.

¡Tienes que ver esto! 

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