Según un estudio presentado en el Congreso de la Asociación de Sociología Americana en Seatle, en Estados Unidos, tener un empleo que se ajuste más a nuestras preferencias personales podría ser más importante para la salud de lo que se pensaba y los resultados de ello se podrían observar a partir de los cuarenta años.
El estudio, realizado por expertos de la Universidad de Ohio (EEUU), afirma que tener durante años un trabajo que no te gusta, a la larga, tiene un mayor impacto sobre la salud mental que la física. De esta manera, las personas, que desde el comienzo de su vida laboral se mostraron infelices con su trabajo, con los años tenían más problemas de depresión, miedos y sueño.
"Hemos encontrado que hay un efecto acumulativo con satisfacción en el trabajo sobre la salud que aparece a los 40 años", explicó Jonathan Dirlam, autor del estudio y estudiante de doctorado en sociología en la Universidad Estatal de Ohio.
Para llegar a esta conclusión, se utilizó datos de 6432 estadounidenses que participaron en la 'Encuesta Nacional Longitudinal de la Juventud' en 1979, que realizó un seguimiento a los adultos que tenían entre 14 y 22 años cuando se inició la encuesta en 1979.
A este grupo de personas las dividieron en varios grupos: aquellos a quienes le gustaba su trabajo (15%), a los que no (45%), quienes al principio disfrutaban pero luego perdieron el interés (23%) y aquellos que pasaron por el proceso inverso (17%). Después de que las personas cumplieran los 40, evaluaron sus parámetros de salud.
¿Qué hallaron? Aquellos que se encontraban más descontentos fueron los que tuvieron los peores valores en los registros, y presentaban signos de depresión, problemas para dormir y eran proclives a tener problemas emocionales. Además también tenían problemas físicos como dolores en la espalda.
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