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Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad infantil es uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI, que afecta a cerca de 42 millones de niños en todo el mundo, según datos del 2010. Por eso, la prevención es fundamental.

Para combatir este problema, la organización internacional sugiere llevar una dieta equilibrada rica en frutas, verduras, cereales integrales y frutos secos; y realizar un mínimo de 60 minutos diarios de actividad física de intensidad moderada o vigorosa para niños entre los 5 y 18 años.

Para promover la actividad física en el hogar, recomienda a los padres reducir el tiempo de inactividad (televisión, computadores, etc.), alentar a que se movilicen a pie o en bicicleta, integrar la actividad física en las rutinas familiares (paseos o juegos activos) y asegurarse de que la actividad sea apropiada para su edad.