Si bien el verano es sinónimo de playa, bienestar y diversión, también es una época de grandes riesgos para la salud femenina. Por estos días comienzan a hacerse más recurrentes las llamadas infecciones vaginales, patologías que incrementan las consultas en el ginecólogo hasta en un 50%.
“La combinación de calor y humedad crea el ambiente perfecto para que hongos, bacterias y otras infecciones proliferen en la zona vaginal. El sudor y el hecho de bañarse en piscinas y playas puede también facilitar el contagio”, comenta la Dra. Rosario Villarán Ascenzo, especialista en ginecóloga y obstetricia de la Clínica Miraflores.
Otros factores como los cambios en la dieta (muy común por estas épocas), las ropas de baño mojadas por mucho tiempo en contacto con la piel, el estrés y algunas condiciones durante los viajes de verano, pueden aumentar el riesgo de desequilibrio vaginal y por ende de estas afecciones.
Según la especialista, las infecciones más comunes son la vaginosis bacteriana, la candidiasis y las infecciones mixtas. Cuando estas aparecen, causan irritación e inflamación la zona genital y posibles cambios de coloración y consistencia del flujo vaginal. En casos más graves, las infecciones podrían traer consecuencias en la salud reproductiva.
“Las mujeres deben estar muy atentas a estos síntomas que suelen aparecer cuando se inicia una infección. En algunos casos, se podría presentar dolor al orinar o al tener relaciones sexuales. Todos los síntomas antes mencionados podría ser una señal de alerta”, sostiene.
¿Qué hacer?
Por ello, las mujeres afectadas con algunas de estos síntomas, deben acudir inmediatamente a un profesional médico. “Solo un especialista en ginecología les dará un tratamiento eficaz e inmediato. No hay que automedicarse, pues eso podría empeorar la situación. Además, el médico les dará las pautas necesarias para prevenir estos problemas a futuro o detectarlos a tiempo”, señala Villarán Ascenzo.