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Muchas veces está ahí en la mesa casi como decoración o para darle su típico saborcito a alguna comida. Sin embargo, el limón es uno de los alimentos que la naturaleza pone en nuestras manos para preservar una buena salud. Por ejemplo, este pequeño fruto tiene un gran aporte vitamínico que lo transforma en un gran eliminador de toxinas y un poderoso bactericida.

 

También posee vitamina C en abundancia, que refuerza las defensas del organismo para evitar enfermedades, sobre todo de las vías respiratorias que van desde un simple catarro hasta pulmonías. Esta vitamina es además desinfectante. Además tiene Vitamina P, encargada de tonificar los capilares y vasos sanguíneos. Por eso, ayuda a cicatrizar las heridas.


 

El limón incluso es bueno en casos de hipertensión, arteriosclerosis y enfermedades cardiovasculares, al activar la circulación de la sangre. En la diabetes colabora en evitar complicaciones relacionadas con las arterias. Previene la formación de cálculos renales y puede llegar a disolverlos lentamente.Eso sí, hay que tener en cuenta, que no todo el mundo puede consumir limón.


 

Hay determinados casos en los que el limón está contraindicado: descalcificación, anemia, acidez, estreñimiento, en periodo de menstruación o en enfermedades nerviosas. Al beber jugo de limón con bicarbonato puedes ayudar a prevenir el cáncer. Su jugo es bueno ademas para aliviar muchos problemas de digestión cuando se mezcla con agua caliente.