Una alimentación balanceada no solo reduce el peso corporal, cuando ese es un objetivo, también evita las siguientes complicaciones que perjudican la salud:
1. Anemia. El cansancio, el sueño excesivo, la desconcentración y el mal humor son consecuencias de esta enfermedad, que se produce por la falta de hierro en el organismo. Cuando el nivel de hemoglobina es mínimo en el cuerpo puede causar la muerte de la persona.
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2. Problemas cardiovasculares. Estas complicaciones no son ajenas a una incorrecta alimentación. Por ejemplo, el consumo de grasas en demasía y la poca ingesta de frutas y verduras son responsables del incremento del colesterol malo en el cuerpo, la obstrucción de las arterias y el aumento de la presión arterial.
3. Obesidad. Si bien es cierto que una de las principales consecuencias de una alimentación inadecuada es el aumento o la disminución de peso, cabe destacar que la obesidad es la más común. Con ella se incrementan las probabilidades de padecer diabetes, dolores óseos y piel grasa.