¿Niños manipuladores? Aprende cómo enfrentarlo
¿Niños manipuladores? Aprende cómo enfrentarlo

Ser es una tarea difícil pero, sobre todo, un camino lleno de aprendizaje ya que el proceso de crianza los puede enfrentar a situaciones que si no saben manejar podría repercutir negativamente a los hijos. 

La por ejemplo, es una acción que se debe manejar con mucho cuidado, pues es una mala actitud que podría ser confundida con un simple berrinche, cuando no es así. 

Es cierto que los pequeños muchas veces no entienden algunas cosas y rompen en llanto porque no saben cómo manejar sus emociones y frustraciones, pero en este momento cuando entra a tallar la responsabilidad de los progenitores quienes tienen la misión de detectar a tiempo una situación de manipulación. 

Es importante destacar que actuar con mucha severidad o rigidez no es la solución. De hecho, mientras más rígido es el estilo parental, más probable es que los hijos manipulen para conseguir lo que deseen.

Para el Dr. Javier Martínez Dearreaza (Neurólogo – Psiquiatra), los pasos a seguir son los siguientes. 

1.- . Frente a un niño que se resiste a obedecer, los padres deben imponer un límite firme para indicarle que debe cambiar su actitud de inmediato, sin necesidad de recurrir a los gritos o expresiones llenas de ira. Con un tono de voz seguro y convincente se le debe cuestionar “¿Por qué no llevas tus juguetes a su sitio?” o “ Debes hacer tu tarea” y entablar un diálogo en el que le hagan entener que su proceder no es el adecuado.

2.- Dar libertad de decisión al niño es una medida adecuada para su formación. No se trata de tolerar actitudes de violencia, abuso o caprichos sin sentido. Pero deben haber situaciones en las que se pueda mediar, y el pequeño tome algunas decisiones en cuestiones de gustos o paseos, siempre que haya una conversación de por medio.

3.- Acentuar lo positivo. Así, en lugar de órdenes como “- No grites” o “- No corras”, se recomienda indicarle “- Habla bajo” o “- Camina despacio”. Decirle “no” a un niño indica que hace algo inaceptable, pero no se le explica qué comportamiento se espera de él. El no, por si sólo, no sirve de nada.

4.- Explicar por qué. Si tu pequeño no entiende el motivo de una norma de conducta, explícale el por qué de esta restricción. Así se sentirá más animado a obedecerla y pronto desarrollará valores internos de comportamiento que formarán su propia conciencia de lo que es “bueno” o “malo”. Usa explicaciones breves, por ejemplo: “ No muerdas a las personas, eso les hará daño”.

5.-Ser consistente. Las rutinas son importantes para el buen funcionamiento de la familia y se deben cumplir de manera constante y sin excusas, ya que de esta manera es más fácil fijar límites en la educación del menor.

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