Desde que me convertí en mamá, mis tableros de Pinterest se llenaron de cuartos de juego perfectamente ordenados con cajitas, muebles pequeños y todo acomodado por colores. Esa fue una de mis metas, lograr tener así todo, sin embargo, a veces es muy complicado mantener ese orden que se ve en las fotos, e imposible cuando llevas todo el día haciendo mil cosas y tu hija de 3 años decide voltear su recámara de cabeza.
Aunque podría parecer que es una moda esto de tener todo en canastitas y por colores, en realidad se trata del Método Montessori, y es que el orden es fundamental para el aprendizaje de los bebés y los niños durante sus primeros años de vida.
Según María Montessori, es necesario que los niños encuentren orden y estabilidad en su entorno, ya que construyen su realidad a partir de los elementos que los rodean, por lo tanto el orden es fundamental y necesario en la infancia.
Pero no se trata de que las cosas estén en cajas guardadas y bien trapeado, las cosas deben estar a su alcance y siempre en el mismo lugar, pues esto hará que se sienta confiado y seguro en el ambiente, lo que le ayudará a aprender nuevas habilidades y anticipar situaciones que ya ha ido conociendo.
Saber en dónde está cada cosa, le ayuda a orientarse, esto favorece su desarrollo y le otorga autonomía para que solito pueda tomar lo que le agrada y jugar.
Cuando hay tantas cosas, revueltas y sin un lugar específico, podemos provocar que el bebé no tenga interés alguno en jugar y que incluso ese lugar le cause estrés.
¿A qué edad debe tener una zona de juegos?
A los tres meses los bebés deberán tener un espacio donde puedan moverse libremente y puedan explorar, aunque a esa edad aún no pueden moverse gateando, empiezan a voltearse y a querer alcanzar las cosas.
Silvia Ruiz, desde ‘Naran Xadul’, explica que si existe orden en ese espacio en donde está aprendiendo a moverse y orientarse, será mucho más fácil su desarrollo y aprendizaje.
¿Cómo mantener orden en el cuarto de juegos?
Selecciona sus juguetes en 3 partes: Los de uso diario (que son los que más le gustan), los que vas a rotar (es decir, que se van a una caja para que en cierto tiempo los cambies), y los que se regalan o donan (que pueden ser aquellos que no funcionan, que no le llaman la atención o que están incompletos).
Pon los juguetes a su alcance, puede ser un mueble bajito que tengas o literal en el piso en cajas y canastas, siempre cuidando que no haya más de 2 juguetes por caja, esto le permitirá tomarlos cuando juegue y regresarlos a su lugar.
Designa diferentes espacios de juego, aunque tenga un cuarto de juego, también es importante que tenga a su alcance cosas para explorar, por ejemplo en la sala o en la cocina, ya que a los bebés les encantan las cucharas y palas, así como sentirse parte de las actividades.
Siempre que jueguen, ayuda a tu bebé que regrese las cosas a donde las tomó, esto fomentará el orden y la importancia de mantener los espacios recogidos.
Además, cuando los niños sienten que los espacios son importantes, como teniendo orden por ejemplo, se apropian de ellos y de de sus materiales por lo que colaborarán más a la hora de ordenar.
Así que la próxima vez que dejes el cuarto hecho un desastre, porque tal vez no es para tanto, piensa que tiene prioridad casi igual a la de lavar los trastes.