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En el verano los médicos recomiendan a las madres no exponer a sus bebés al sol. Es importante que escuches sus consejos porque la piel de tu hijo tiene características que la hacen más delicada.

 

Leonardo Sánchez Saldaña, presidente de la Sociedad Peruana de Dermatología, explica que la piel del bebé aún no produce la cantidad necesaria de melanina, el cual es un pigmento que da color a la piel, el pelo y los ojos. Por esta razón, su epidermis es más delgada.

 

Además, el organismo del pequeño tiene poca capacidad para eliminar el calor a través del sudor. “Esto los hace más propensos a sufrir insolación”, asegura el dermatólogo. Si el niño se insola, podría morir.