Hoy en día las fajas reductoras se suelen utilizar para reducir la grasa localizada en el abdomen y las caderas. Su función milagrosa es moldear el cuerpo y generar la sudoración de este para quemar la grasa corporal. Aunque suena como una buena estrategia para ya no preocuparse por la barriga, no todo es color de rosa.

¿Cuánto tiempo se debe usar una faja reductora?

Si vas a usar una faja reductora, es mejor que consultes previamente con un especialista para que acompañes su uso con dieta y ejercicios.

Si ya consultaste y estás decidida a usar una faja, lo recomendable es usarla de 4 a 6 horas al inicio y poco a poco podrás usarla más tiempo.

¿Qué pasa si se usa faja todos los días?

Al usar faja diariamente, podrías lucir una silueta más estilizada día a día, pero eso a costa de tu comodidad, sobre todo si es muy ajustada o de mala calidad.

¿Qué pasa si uso faja todo el día? No es recomendable usarlo todo el día, puede perjudicar la circulación de la sangre y deshidratarte de tanto sudar.

Si usas tu faja todo los días, también podría pasar:

  • Debilitación de los músculos al estar acostumbrado a tener un soporte diario.
  • Aumentar los problemas intestinales al comprimir los órganos internos de tu cuerpo con la faja.
  • Reproducción de bacterias en las zonas húmedas a causa de su uso.
  • Problemas para respirar si duermes con la faja puesta porque puede limitar la oxigenación en tu cuerpo.

Ten en cuenta que usarla más tiempo no necesariamente significa que vas a reducir tu cintura a corto plazo. Al usarla no estás quemando grasa, solo sudas y te deshidratas. Es recomendable visitar un especialista, previamente a su uso, para que no se vea comprometida su salud por un fin estético.

¿Cómo actúa la faja en el cuerpo?

¿Qué hacen las fajas reductoras? La faja aumenta la temperatura de la zona que cubre y la piel intenta compensar el calor perdiendo líquido que proviene del sistema circulatorio y no de la grasa acumulada.  Es decir, la grasa acumulada en la zona del cuerpo fajada no se derrite con el calor.

Por lo tanto, la faja no ayuda a perder grasa, si no líquidos, los cuales serán recuperados al beber agua.

¿Qué sucede si te pones una faja en el abdomen?

Ponerte una faja térmica o reductora en el abdomen te hará sudar porque estará ajustada a tu piel, calentando esta zona y provocando el sudor. Pero solo sudar no es perder grasa, es perder líquidos; es decir, te deshidrata; los cuales puedes recuperar bebiendo agua.

¿Qué pasa si uso faja para hacer ejercicio?

Si usas faja y haces ejercicio, podrás ver mejores resultados y mejor aún si lo acompañas con una dieta balanceada.

Recuerda que usar faja no reemplaza a los ejercicios y éstos son más efectivos acompañados de una dieta saludable sugerida por especialistas.

¿Cuáles son las consecuencias de usar fajas?

Si bien la faja no ayuda a perder grasa corporal, usada junto a una dieta saludable y ejercicios, puede ayudar a:

  • Lucir una figura más esbelta..
  • Tonificar tu cuerpo.

Pero su uso excesivo en vez de un beneficio, podría ocasionar algunos problemas de salud tales como:

  • Deshidratación debido al exceso de sudor en el área donde se coloca la faja.
  • Aparición de bacterias en la zona húmeda por el sudor ocasionado.
  • Mala circulación de la sangre por lo ajustada que puede estar al cuerpo.
  • Problemas como reflujo, acidez o estreñimiento.

¿Qué daño hacen las fajas?

El uso imprudente de las fajas reductoras podrían ocasionar problemas en tu salud, tales como:

  • Mala circulación sanguínea: al estar ajustados al cuerpo, impide que fluya normalmente la sangre.
  • Infecciones: aparecen debido al calor del cuerpo por el contacto con la faja y la acumulación de humedad del sudor.
  • Acidez y reflujo estomacal: debido a que el estómago se comprime debido al ajuste de la faja.
  • Estreñimiento: el sistema digestivo empieza a trabajar más lento por la presión de los órganos internos.

De acuerdo a expertos, sudar no es lo mismo que quemar grasa y lo único que hará este producto es hacerle perder líquido, el cual recuperará inmediatamente al tomar agua. Por ello, luego de usar una faja durante un tiempo prolongado y quitarlo para salir, es común que sienta que su cuerpo ha regresado como estaba antes y que no ha existido un cambio significante.

Además de la deshidratación, también corre otros riesgos por utilizarlo de manera muy ajustada como el impedimento de una buena circulación sanguínea, desarrollo de enfermedades respiratorias, reflujo gástrico y hasta estreñimiento. Por lo que, si va utilizarlo de manera diaria, es aconsejable que consulte con un profesional de salud, pues las fajas de uso médico son esenciales para personas con problemas lumbares o mujeres que han salido de una cesárea.

En general, si ha oído de una amiga que le ha funcionado de maravilla para perder peso, tenga en cuenta que es muy probable que, además de utilizar una faja, esté bajo un estricto régimen alimenticio y una rutina de ejercicios adecuada. Solo con estos dos aspectos es posible reducir medidas de manera saludable y prolongada.