Según cifras de Organización Mundial de la Salud (OMS), el factor masculino es responsable en casi la mitad de los casos de infertilidad de la pareja, una estadística que pone de relieve la importancia de abordar este problema con seriedad y comprensión.
En un mundo donde la paternidad es el sueño de muchos, el Día del Padre se convierte en una ocasión perfecta para celebrar la esperanza y el amor. Sin embargo, para aquellos varones que padecen infertilidad, esta fecha es un recordatorio de una lucha silenciosa, a menudo llena de sentimientos de frustración y tristeza. Por suerte, en medio de estas dificultades, la ciencia ofrece una luz de esperanza.
Los últimos avances científicos han arrojado luz sobre las causas y soluciones potenciales para la infertilidad masculina. Diversos estudios revelan una tendencia preocupante: el conteo de espermatozoides en el mundo actual es la mitad de lo que era hace casi treinta años. Muchos hombres presentan baja calidad espermática, poca velocidad, mala concentración y formas anormales, lo que dificulta el proceso de fecundación.
“La infertilidad masculina puede ser causada por una variedad de factores, desde problemas genéticos hasta hábitos de vida poco saludables. El alcohol, el consumo de drogas, el sedentarismo y la mala alimentación pueden afectar a largo plazo la fertilidad del varón”, destaca el Dr. Álvaro Ascenzo Aparicio, experto en ginecología y fertilidad asistida de la Clínica Miraflores.
Ciencia a favor de la paternidad
Ante esta creciente preocupación, la ciencia ha desarrollado métodos innovadores para abordar la infertilidad masculina. Uno de estos avances es el PICSI o ICSI Fisiológico, una técnica revolucionaria que permite seleccionar los espermatozoides más competentes para mejorar las tasas de fecundación.
La embrióloga Belén Gramaglia explica el funcionamiento de esta técnica pionera: “El PICSI selecciona a los gametos más idóneos del hombre basándose en su capacidad para unirse a una sustancia llamada Ácido Hialurónico (AH), el componente principal de las células que rodean el óvulo. Solo los gametos con estas características podrán acercarse a las células que rodean al óvulo y fecundarlo. Por eso, se considera que estos espermatozoides son de mayor calidad y tienen una mayor integridad en su material genético que aquellos seleccionados convencionalmente por observación”.
Esta técnica, realizada en placas de cultivo estériles, ha demostrado mejorar significativamente las tasas de fertilización y embarazo, al tiempo que reduce las probabilidades de aborto. “El uso del PICSI es recomendado en aquellas parejas con mala calidad espermática del varón o en las que se ha practicado un ciclo de ICSI sin éxito”, finaliza el Dr. Ascenzo Aparicio.
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