Cuando los niños son felices lo demuestran a través de su comportamiento, gestos y ademanes. Incluso, su energía es enorme y no hay quien los pare. Pero, así como demuestran su alegría, también existen señales de que tus niños no son felices.
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A veces el instinto de mamá ayuda a identificar cuando les pasa algo a tus hijos, pero no está de más observarlos para ver si presentan alguna de estas señales que indican que algo no anda bien.
- El juego es la forma de expresión por excelencia en los niños. Si su interés por jugar tanto solo o con otros niños ( cuando es mayor de los 4 años) es mínimo, algo está pasando.
- Comportamiento inusual para ellos (de repente se vuelve introvertido o callado, agresivo, etc).
- Cambios de humor repentino, sin razón alguna.
- Tiene enfermedades más frecuentes, por pocas que parezcan.
- Pierde el apetito o el interés en su comida favorita.
- Tiene pesadillas de forma frecuente.
- Vuelven a hacerse pipí en la cama cuando ya habían controlado esfínteres.
- No le interesa ir a la escuela.
- Sus juegos incluyen violencia o quejas.
Desde ‘Naran Xadul’ y citando a ‘psicoadapta’, indica que es importante tomar en cuenta que todos los niños pueden tener días difíciles o malos, por lo que estarán tristes o “apagados”, pero eso no quiere decir que no sean felices nunca.
Como papás debemos fomentar la comunicación, pero sobre todo la escucha activa. Ello los hará sentirse comprendidos, atendidos y los motivará a encontrar soluciones a sus problemas.
Otra cosa que depende de nosotros para que nuestros hijos sean felices es darles amor, apoyo, comprensión y seguridad; fomentarles el juego libre, a través del cual podemos detectar algún incidente negativo; así como enseñarles a expresar sus sentimientos con libertad, sin críticas ni burlas.