Que algunas personas deseen subir de peso no es un tema raro o poco frecuente porque, aún estando dentro del peso normal, pueden ser constitucionalmente muy delgadas y sentirse insatisfechas con su aspecto físico.
Estos casos no son causados por un problema en la salud porque las personas suelen ser muy saludables y vigorosas. La causa de este problema estético se debe a que genéticamente están programados para ser delgados, su composición corporal se caracteriza por tener una menor cantidad de tejido adiposo (por tanto menor capacidad de almacenar grasa), mayor sensación de saciedad y en ocasiones poco apetito.
La dieta básicamente debe tener varios tiempos de comida (6 tiempos), de pequeño volumen, pero de consistencia densa. Enriquecer las preparaciones con más ingredientes es la clave. Por ejemplo: añadir al puré leche, queso crema, almendras molidas; al jugo del desayuno agregarle algarrobina. Es decir, cada preparación enriquecerla con alimentos nutritivos y ricos en calorías.
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