Aunque a veces se confunden, la indigestión y la intoxicación alimentaria son condiciones distintas. La indigestión aparece cuando el estómago trabaja en exceso, como ocurre tras comidas muy pesadas, con exceso de grasa, al comer rápido o en grandes cantidades. Esto puede provocar hinchazón, acidez, gases y sensación de pesadez. Por lo general, mejora con reposo, buena hidratación y evitando más alimentos pesados, optando por preparaciones ligeras hasta sentirse mejor.
La intoxicación alimentaria ocurre cuando se consumen alimentos contaminados con bacterias, virus o toxinas. Sus síntomas incluyen náuseas, vómitos, diarrea, fiebre y malestar general, y pueden aparecer pocas horas después de ingerir la comida contaminada. En este caso, lo fundamental es mantener una adecuada hidratación y estar atentos a señales de deshidratación.
Es importante buscar atención médica si se presenta fiebre alta, sangre en las heces, vómitos persistentes o si los síntomas duran más de 48 horas. Conocer la diferencia entre indigestión e intoxicación permite actuar con rapidez y recuperar el bienestar sin complicaciones.
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