La primera infancia es un tren de alegrías y novedades para padres e hijos. Primero empiezan a gatear, luego se paran y dan sus primeros pasos. Después empiezan a balbucear sus primeras sílabas. Entonces, los papás se entusiasman pidiéndole a su pequeño que diga algo. No es una tarea fácil lograr que articulen palabras completas. Necesitas ayudarlos.
- Háblale despacio y de modo expresivo. Mira a tu hijo con cariño a los ojos. Luego, cambia el tono de tu voz para que preste atención a la información que le estás dando.
- Usa un vocabulario básico. Elige una palabra, de preferencia una que sea muy fácil de pronunciar (no esperes que repita un trabalenguas) y úsala en diferentes oraciones. Intenta que sea un sustantivo sobre algo que vea o use constantemente (por ejemplo un pan, una banana, su mano...). Eso servirá para que relacione nombres con objetos.
- No lo excluyas de las conversaciones. No creas que no te va a entender. Por más de que no articule palabras completas, intenta conversar con tu hijo. Eso lo estimula a hablar. Tarde o temprano te sorprenderá.
- No lo engrías tanto. Si basta con que grite o llore para que tú le alcances lo que quiere, no creas la necesidad del lenguaje.