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-Comer sandía. Su jugo ayuda a limpiar los tejidos y la sangre, aunque se debe consumir lo más fresca posible. Una vez abierta se degenera rápidamente y produce toxinas. Otras frutas diuréticas con los mismos beneficios que esta son las alcachofas, uvas y manzanas.

 

-Las personas con colesterol alto son más propensas a desarrollar daño renal. En este caso una reducción en el consumo de grasas favorecería a una lenta evolución de la misma. Algo similar ocurre con las personas diabéticas, en las que es fundamental la ingesta limitada de azúcares.
 

-Beber mucha agua excepto en aquells casos en los que por la enfermedad renal se orine poco y se esté muy hinchado. Para que el organismo funcione correctamente se deben tomar dos litros y medio al día.


-No al tabaco. Fumar hace disminuir la llegada de sangre a los riñones. Además ayuda al desarrollo de cáncer de riñón.