Una renuncia laboral puede darse por distintas razones y de manera muy repentina. Por ello, es importante a que estés atenta a la relación que tienes con tu centro laboral con el fin de tener un periodo de transición mucho más tranquilo y favorable.
En caso se trate de una salida rápida y forzada, debes asegurarte de que tienes todo lo necesario de tu espacio de trabajo. Algunos jefes obligarán a sus empleados a abandonar cuanto antes el trabajo, sobre todo si sospechan que están muy descontentos.
Ante esta situación, procura recuperar los documentos más importantes de tu computadores antes de entregar tu renuncia.
Existen otros casos en los que es posible que tu jefe te pida que reconsideres tu renuncia, pese a que hayas presentad tu carta de renuncies. Si estás renunciando para ir a otra empresa, lo más seguro es que tu jefe podrá preguntar qué sueldo haría que te quedes.
Cuando el dinero es uno de los principales factores en esta situación, lo mejor será que realices un balance entre lo que te puedan ofrecer de salario para quedarte y lo que te ofrezca la nueva empresa. Quizá tu empleador actual decide dejarte ir porque ya no puede pagarte lo que demandas.
Recuerda que si el dinero no es un elemento motivante a tu renuncia y quieres dar por finalizada tu relación laboral, puedes solicitar documento que demuestren tu desempeño en tu trabajo o lo proyectos donde participaste para documentar esa experiencia para el futuro. Coopera todo lo que puedas en forma diligente hasta tu último día de trabajo, de manera que te puedan recordar con un empleado muy dedicado. Nunca sabrás cuando podrías necesitar a tu ahora exempleador para que dé referencias tuyas en el futuro.
Finalmente, conversa con las persona que forman parte del área de recursos humanos para conocer todos los beneficios que te corresponden. Es importante mostrarse agradecido con ti entorno, con el fin de que sea recordado como un buen compañero en la empresa.
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