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La es una de las etapas mas difíciles para los padres, por los cambios hormonales, físicos y psicológicos de sus hijos. Los conflictos, rebeldías y las discusiones se vuelven pan de cada día entre padres e hijos durante este período.

Los ven cómo se aleja el niño que tanto han mimado y se acerca un hombre o una mujer que pierde cada vez más y el control de lo que hacen o piensan. En medio de esta rebeldía es que los padres sienten que no hay nada que puedan hacer.

Medidas para llevar la fiesta en paz

Es importante que el adolescente perciba que tiene su espacio y se le respeta. Si los padres mantienen un comportamiento ejemplar a pesar de los cambios en su hijo, los resultados serán buenos. En esta etapa lo ideal es mezclar la autoridad paternal con la . Más que nunca, hay que ser amigos de los adolescentes y aconsejarles, ayudarles sin reprocharles por sus equivocaciones. 

La rebeldía se desata en realidad cuando los sienten prohibiciones o límites impuestos. No es problemático que nuestro hijo quiera colocarse un pendiente en la oreja, pero si nos enfadamos o se lo prohibimos, vendrá el problema. 

Prueba a dejar que se lo ponga, acompáñale a ponérselo si él quiere. Verás que el problema desaparece. Este es solo un ejemplo de mil situaciones que se pueden dar con tu hijo o hija adolescente.

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