Los problemas neurológicos en mascotas pueden manifestarse de dos formas: la primera de manera aguda o repentina, que se genera después de un trauma, atropello, caída o golpe; y la segunda, que se presenta de modo progresivo e insidioso, como consecuencia de un proceso degenerativo o de envejecimiento; ambos casos afectan la estabilidad y buen funcionamiento físico y emocional.

Consuelo Rojas, médico veterinaria de Aristocat, explica que el correcto funcionamiento del sistema nervioso es vital para que las mascotas puedan comunicarse tanto con el exterior e interior de su propio cuerpo. “A través de sus sentidos reciben señales del mundo exterior, que les permiten reaccionar a sensaciones como el calor, el frío y reconocer ladridos para recibir información externa. Internamente, les ayuda a identificar cuando tienen alguna necesidad fisiológica, así como sus emociones y comportamiento. Este funcionamiento óptimo integral permite que estén bien integrados en su núcleo familiar, para que cumplan con su rol o misión, y mantengan la armonía familiar”, agrega.

Para conocer y medir el buen funcionamiento del sistema nervioso de una mascota es necesario que pase por una evaluación profesional integral, que primero debe descartar todo tipo procesos relacionados con medicina interna, como su alimentación, procesos infecciosos, etc. Posteriormente pasar por una evaluación específica del sistema neurológico.

La especialista explica que durante una consulta neurológica, se evalúan diferentes aspectos del sistema nervioso central y periférico, como el funcionamiento eficiente de los sentidos (el olfato, visión, audición, la deglución y la expresión de sus emociones), así como también la capacidad de caminar, realizar una buena digestión y reaccionar a diferentes estímulos.

Por lo tanto, es importante prestar atención a los cambios en las funciones básicas y en el comportamiento de las mascotas, ya que estas pueden indicar que existe un problema neurológico que los está afectando. En línea con ello, la médico veterinaria de Aristocat explica cuáles son los síntomas más frecuentes asociados a estas lesiones:

Pérdida de fuerza en las extremidades: Si la mascota tiene problemas para mantener firmes sus extremidades, pierde el equilibrio al caminar o presenta dificultad para levantarse puede ser una señal del sistema nervioso. Para un diagnóstico preciso, se debe realizar una evaluación neurológica completa que incluya radiografías, resonancias magnéticas y análisis de sangre.

Desorientación: La mascota puede caminar en círculos o parecer perdida, incluso en su entorno familiar; además, mostrar una mirada confundida. Este síntoma puede estar asociado con lesiones en la cabeza o columna vertebral, provocadas por algún daño neurológico.

Convulsiones: Cuando las mascotas presentan movimientos involuntarios y repetitivos de todo el cuerpo, que descontrolan los esfínteres y ocasionan lesiones originadas por golpes en la cabeza o en otras partes del cuerpo.

Incontinencia urinaria: Si las mascotas no pueden controlar la emisión de orina o la orina cae gota a gota puede estar mostrando una posible lesión en la médula espinal, que generalmente se presenta a nivel de las vértebras lumbares.

Consuelo Rojas, señala que es importante prestar atención a los cambios repentinos en las actividades y comportamiento de nuestras mascotas, ya que muchas veces estos son los primeros indicios de un problema mayor. “La evaluación neurológica no sólo diagnostica, sino que también puede salvar vidas”, destaca.

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