Las facciones de nuestro rostro siempre han hecho que los demás intuyan (con o sin éxito) cómo somos. De ahí surgen expresiones como 'tiene cara de mosca muerta' o 'esos ojos son muy pícaros'. La escritora británica Tracy Cox, autora del libro Supersex, lleva esto a un nuevo terreno: el sexual. De acuerdo con la autora, la fisonomía de la cara revela cómo se es en la cama.
- La boca. Una boca grande indica ansias de sentir un gran placer. Si los labios son carnosos, es sinónimo de un espíritu aventurero, con tendencias a la infidelidad. Por otro lado, una boca pequeña implica creatividad, pero también un comportamiento relativamente frío bajo las sábanas.
- La nariz. Si es puntiaguda o fina, se asocia con el romanticismo. Es decir, inclinación por el sexo suave, cariñoso y poco aventurero. Se prefieren las poses clásicas y es raro 'sacar los pies del plato'. Las personas con nariz irregular aman el sexo y son más osadas.
- Los ojos. Los claros revelan poco romanticismo, preferencia por el sexo rápido y una buena capacidad de excitación. Los ojos oscuros, por su parte, se asocian con la pasión y un gusto por las relaciones sexuales largas.
- Las cejas. Cuanto más gruesas y tupidas son, denotan mayor interés en el aspecto netamente físico del sexo. Cuando son finas, la predilección va hacia la parte espiritual: el romanticismo y el amor.

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