¿Eres una futura mamita? ¿Tienes dudas sobre el cuidado de este? Para disminuir las probabilidades de abortos espontáneos, Rocio Tipiani, experta de Lab Nutrition, exhorta consumir los siguientes nutrientes, vitaminas y minerales:
Ácido fólico. Es uno de los nutrientes contenidos en la mayoría de las vitaminas, colabora en la prevención de los defectos del cerebro y la médula espinal del bebé y protege a las embarazadas contra el cáncer y los ataques cerebrales.
Hierro. Es fundamental para incrementar la producción de glóbulos rojos, ayuda al desarrollo de los músculos de la madre y a la formación del bebé.
Calcio. Es el mineral que fortalece los huesos y dientes, tanto de la madre como del bebé. Además, mantiene sano los sistemas sanguíneo, nervioso y muscular. Es necesario para desarrollar un ritmo cardíaco óptimo y una eficiente capacidad de coagulación. Se encuentra en la leche, queso, yogur.
Vitamina A. Favorece el desarrollo de la piel y mucosas del bebé.
Vitamina B (B2, B6, B12). Reducen las náuseas de la madre, disminuyen la hinchazón del cuerpo y son buenas para el funcionamiento de los tejidos y para el desarrollo celular.
Vitamina C. Funciona en el organismo como antioxidante natural y ayuda a prevenir las infecciones.
Vitamina D. Ayuda al desarrollo de los huesos y los dientes del bebé. Además, es esencial para asegurar que tenga una piel sana y una buena capacidad visual.
Magnesio. Es habitual que el nivel de magnesio en las embarazadas disminuya, causando los terribles calambres en las piernas. Lo recomendable es comer cereales, pescados, leche y carne, ya que proveen de los niveles necesarios de magnesio al cuerpo y reduce los dolores musculares. “Asimismo, agregar a tu dieta un complemento nutricional a base de magnesio, brinda más soporte del sistema óseo, evita la rigidez muscular, espasmos o temblores” indicó.
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