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11 de febrero del 2010, mi madre estaba de visita en Lima como era costumbre durante el verano. Ese día decidimos juntarnos en familia, con otros primos y salir a dar un paseo, algo fuera de lo común, sólo queríamos salir de la rutina. Camino hacia nuestro destino, entra una llamada y una amiga de entonces me da la noticia: Alexander McQueen fue encontrado muerto en su apartamento en Londres. Nada fue lo mismo desde ese día.

Estudié moda por decisión propia, ya que mi familia deseaba que estudié cocina (algo poco convencional para una clásica familia de provincia). Pero recuerdo que mi atención, pasión y amor por la moda nació desde la primaria, cuando veía a través de la señal de cable, algunos de los pocos desfiles de moda que se transmitían en ese entonces. Entre ellos el de Alexander McQueen.

Su estética sórdida, irreverente, incomprendida, era lo que llamaba la atención de mis ojos y causaba la sorpresa de mi madre, al verme absorto, contemplando la presentación y emitiendo, a mi manera, una opinión de lo que estaba viendo.

Lee Alexander McQueen fue desde siempre víctima de la incomprensión propia de los que se adelantan a su época. Aunque quizás, el hecho de haber nacido durante el thatcherismo de la Inglaterra de los sesenta, impulsó a mostrar una actitud provocadora, contestataria, irreverente y, sobre todo, única frente al sistema reinante.

Lee fue el menor de un hogar de seis hijos, tres niñas y tres niños. Su padre fue taxista, y su madre, Joyce, fue ama de casa hasta que Lee cumpliese los 16 años para luego ser profesora de genealogía. Es precisamente esta ciencia, el asunto de los ancestros, la que obsesionó al diseñador durante toda su vida. Al igual que la genealogía, el asunto de las aves fue algo recurrente en la vida de McQueen, pues al ser miembro del Club de Jóvenes Ornitólogos de Gran Bretaña, cada tarde después de clases, subía al tejado de un apartamento cercano a su casa para ver sobrevolar y admirar la libertad de movimiento de estos animales.

Pero algo recurrente pasaba por la mente de Lee. En sus propias palabras, él siempre tenía la idea "de ser algo en el mundo de la moda". Siempre lo tuvo claro y por eso, libro de moda que caía en sus manos, libro que devoraba, al mismo tiempo que creaba dibujos como pasatiempo.

Dado que sus intereses estuvieron siempre en otro lado, dejó lo estudió en 1985, a los 16 años y entró a trabajar como aprendiz de una de las sastrerías más reconocidas de Savile Row, Anderson & Sheppard. Luego de dos años, Lee Alexander viajó a Milán para entrenarse por un breve periodo de tiempo, con el diseñador Romeo Gili, experiencia que calificó de "brillante"

Ya en Londres nuevamente, se matricula en un postgrado de moda en la afamada Central Saint Martins, graduándose en 1992 con una colección inspirada en la figura de Jack El Destripador. Presentó la colección en el Kensington Olympia y para suerte suya, entre los presentes se encontraba Isabella Blow, editora de Vogue UK en aquella época, quién al ver el desfile y quedar impactada, compra toda la colección de manera íntegra y se convierte en la madrina de McQueen y en la principal impulsadora de su carrera. Poco tiempo después, Lee decide lanzar su propia marca. Nacía Alexander McQueen.

No fue hasta fue quinta colección, Highland Rape, cuando la polémica comenzó a perseguirlo -y con ella la atención de la prensa-, una polémica que lo acompañó hasta el final de sus días.

Mostrándose reacio a la exposición mediática y con el auge del britpop y el arte británico, McQueen ofrecía una revolución hacia el mundo de la moda. Sin nombre y personalidad seguían siendo de alguna enigmáticas hasta su fichaje como director creativo de Givenchy en 1996, reemplazando a John Galliano, quien entraba a las filas de la casa Dior.

Los años pasan, McQueen dura cuatro años y medio al frente de Givenchy hasta que, debido a una suerte de distracción por su propia marca, decide alejarse de Givenchy y ponerle todo el empeño a su propia línea. En el año 2000 vende el 51% de acciones al grupo Gucci y en verano de ese mismo año, se casa con su pareja George Forsyth, en Ibiza. Al enlace, celebrado en la más estricta intimidad, acudió la top model Kate Moss, otra de sus grandes musas/amigas.

Sin embargo la muerte, tema que siempre rondó sus colecciones de manera explícita o implícita, toca nuevamente la puerta del diseñador. En mayo de 2007 Isabella Blow, su gran amiga y mentora, se quita la vida en su apartamento. Lee opta por no dar declaraciones al respecto pero decide rendirle homenaje de la mejor manera: dedicándole una colección entera llamada La Dame Bleue. Pero tres años más tarde, el 2 de febrero, la muerte de su madre Joyce McQueen, lo sumerge en una profunda depresión, razón por la cual quizás, decide acabar con su propia vida, una semana después, el 11 de febrero de 2010, a los 40 años y a solo  días de lanzar su nueva colección.

Historia

1969
El 7 de marzo de ese año hace su entrada en el mundo el pequeño Lee Alexander McQueen.
1985
Abandona los estudios y empieza a trabajar como aprendiz de sastre.
1992
Alexander McQueen se gradúa de un curso de postgrado en moda con una colección brillante basada en la figura de Jack El Destripador.
1993
Se presenta su primera colección como Alexander McQueen. Es la correspondiente al otoño-invierno 1993-94 y lleva por título Taxi Driver.
1996
Forma equipo con Sarah Burton, con la que colabora hasta el final de sus días.
1997
Hace su debut como director creativo de Givenchy con la colección primavera/verano.
1998
Participa como editor invitado en el número de septiembre de la revista Dazed & Confused diseñando un editorial de moda protagonizado por personas con discapacidad.
2000
El grupo PPR compra el 51% de Alexander McQueen. McQueen lo celebró pasando la noche en una playa de Brighton junto a un amigo y a sus perros.
2008
Colabora con la bailarina Sylvie Guillem en el diseño del vestuario del espectáculo Eonnagata.
2010
Alexander McQueen se quita la vida en su casa de Green Street. A la misa en su memoria acuden personalidades de la talla de Kate Moss, Björk, Naomi Campbell o la editora de Vogue USA, Anna Wintour. Lady Gaga dedica al diseñador su actuación en los Brit Awards de ese año.
2011
Le dedican una retrospectiva póstuma en el Met de Nueva York que lleva por título Savage Beauty. Antes que él, la habían tenido otros grandes genios como Dior, Balenciaga o Saint Laurent
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Colección Plato's Atlantis, 2010, la ultima colección de Alexander McQueen antes de su fallecimiento.

COLECCIÓN ANGELS & DEMONS 2010-2011, la cual se presentó días después de la muerte de McQueen.

The Horn of Plenty Dress, otra de sus colecciones más irreverentes


The Girl who Live in the Tree, Colección Otoño 2008