A ritmo de Papo Lucca

Cuando Papo Lucca llegó por primera vez a Perú, en 1976, conoció a un joven difusor de la salsa, Luis Delgado Aparicio. Se hicieron amigos y el popular “Saravá” fue el encargado de abrir los conciertos de La Sonora Ponceña en nuestro país. La agrupación, en retribución a ese empeño y dedicación, le dedicará el concierto de este sábado en el Estadio Nacional.
“Extrañamos mucho a nuestro amigo ‘Saravá’, que murió hace unas cuántas semanas. Lo recuerdo con cariño y agradecimiento”, expresa con la voz entrecortada Lucca al otro lado del teléfono. “Toda nuestra música será dedicada a su memoria”, subraya el virtuoso pianista. Lucca, que a sus 68 años no piensa en el retiro -el cual “será cuando Papa Lindo me lleve para allá arriba”-, refiere que “mantener la unidad” es una de las grandes dificultades que experimenta con La Sonora Ponceña. “Lo más difícil es mantener el grupo unido, imponiéndonos sobre los productores que nos llevan a todas partes. Ahora la dinámica es que vaya la mitad del grupo y la otra mitad la ponen allá, pero yo siempre digo ‘viajo con mi orquesta completa’. Lo que quieren con esta división es lograr que los grupos le salgan más baratos”, se queja. “Nunca lo he aceptado. Yo he dicho si no voy completo, no voy. Eso con todo el respeto que se merecen los músicos de Colombia, Perú, Francia, Inglaterra, México”, remarca. El creador de temas como “¡Fuego en el 23!” y “Back to work” precisa que el libro sobre la Sonora Ponceña estará listo recién a finales de este año o inicios del 2016. “Trata sobre toda la vida del grupo, desde el primer día que se ensayó y lo primero que se tocó. Cuenta la vida de mi papá (Enrique Lucca), que fue fundador del grupo, los momentos donde entro yo. A lo mejor también incluyo mi etapa en la Fania All Star”, asevera.