Entre sollozos y ayudado de un collarín, el cantante de cumbia John Kelvin reapareció ante la prensa y aseguró estar vivo de milagro luego del accidente de tránsito que protagonizó en Magdalena del Mar el último domingo
“Ha sido un milagro que yo esté vivo. Dios me ha dicho: ‘Tú tienes muchas cosas que hacer en la Tierra’. Mi familia depende de mí”, expresó entre lágrimas John Kelvin, quien aseguró que la noche del sábado que chocó su auto contra el Puericultorio Pérez Araníbar solo tomó dos vasos de cerveza.
“Han sido dos vasitos, un brindis; yo brindé en el escenario. Todos los adultos se toman un trago. Mi error fue manejar, me ganó el sueño. Ni cuando voy por las carreteras del Perú me ha pasado esto. Pequé de confiado”, explicó John Kelvin tras remarcar que correrá con los gastos de reparación de las paredes afectadas del albergue.
VIO LA MUERTE. Con la voz entrecortada, el cumbiambero de 29 años indicó que vio de cerca la muerte y lamentó las informaciones que señalaban que al momento del accidente estaba “ebrio” y casi arrolla a una mujer que caminaba por la vereda del puericultorio. “Me duele que la gente especule, que hablen; las cosas iban a ser peor. No estaría acá dando la cara. Estaría en un cajón, en un ataúd”, dijo John Kelvin.
Agregó que no sobornó a los agentes policiales, como se dijo en algunos medios, y agradeció a los efectivos por llevarlo a la clínica. “Tengo lesiones en la espalda, boca, y cuello, cara, sangre por la nariz. Estoy con descanso médico, me están colocando ampollas y sigo un tratamiento médico”, detalló John Kelvin y aclaró que continuará junto al grupo Candela.
Más tarde, en el programa “Amor, amor, amor”, el vocalista de la Orquesta Candela mostró el resultado del dosaje etílico que se realizó, el cual arroja 0.4 gramos de alcohol en la sangre, porcentaje permitido para poder manejar.
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