Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler pasaron unos días en Marbella para celebrar el cumpleaños de la filipina por todo lo alto y se alojaron en un exclusivo hotel cuyas suites cuestan nada más y nada menos que 2 mil euros la noche.
Un reportero del portal Vanitatis se encontró con Mario Vargas Llosa. Jersey beige, pantalón chino de color gris y libro en mano, el Nobel se encontraba sentado en uno de los bancos de los jardines de que goza el hotel. Se encontraba solo. Al menos en ese momento no lo acompañaba su pareja.
El medio intentó confirmar si Isabel Preysler estaba con Mario Vargas Llosa en su estancia, pero no pudo obtener información. No obstante, fuentes cercanas a la pareja indican a Vanitatis que ambos estuvieron allí juntos, celebrando el cumpleaños.
Este establecimiento de la costa malagueña es elegido por “celebrities” que no desean ser encontrados y no quieren que ningún “flash” asalte su sosiego. El hotel cuenta con un helipuerto, lo que hace que muchas celebridades lo elijan como destino.
Precisamente una de las asiduas a este restaurante es la hija de Isabel Preysler, Tamara Falcó, así como Luis Alfonso de Borbón, los Villar Mir o los Mora-Figueroa.
Para los directivos de Finca Cortesín, la discreción es el lema de este complejo de superlujo. Es por esto que este lugar es destino de la aristocracia española y europea de banqueros, actores y miembros de casas reales.
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