Su estatura lo limitó a papeles donde era punto fácil de la burla y el porrazo. Y es que, el humor del enano empezaba por su estatura. Petipán hacía papeles de bebés que dialogaban, o del hijito de la familia, con pantalones cortos y bigotes. En estos roles se buscaba conscientemente el humor asociando a dos elementos opuestos que den como resultado lo disparatado y extravagante. Espinoza Pelayo fue uno de los cómicos más conocidos durante la época de los años 70. Sin embargo, fue en los 80 donde su figura llegó a la cima de la comicidad gracias al éxito del programa humorístico “Risas y Salsa”.