La Navidad nos trae paz, alegría y mucha armonía. Todos nos contagiamos de ese espíritu, lo llevamos a nuestros hogares, pero muy pocas veces a nuestro centro de labores, esa 'segunda casa' en la que pasamos gran parte de nuestras vidas. Empresa Periodística Nacional (Epensa), sin embargo, logró que sus cientos de trabajadores que han colocado a los diarios OJO, Correo, Bocón y Ajá a la vanguardia de la prensa nacional, vivieran juntos la magia de la Nochebuena por adelantado, de manera muy especial.
El sábado último, en las acogedoras instalaciones del hotel El Pueblo Resort, el personal completo de Epensa participó en un encuentro de confraternidad. Encabezados por el presidente ejecutivo, Luis Agois Banchero; el gerente de Distribución y miembro del directorio, Carlos Agois Banchero; el gerente de Producción, César Dongo; el gerente Financiero, Gino Olcese, y la gerente de Recursos Humanos, Marianella Yunis, disfrutamos de una velada en la que primó la integración y camaradería.
Luciendo polos con los colores, azul, rojo, verde y amarillo, característicos de la empresa, personal de las áreas de administración, producción, logística, sistemas y periodística, junto a los gerentes, miembros del directorio y directores, como Víctor Ramírez de OJO, Jorge Estéves de El Bocón y Jaime Asián de Ajá, participamos en los diferentes juegos recreativos y concursos que se organizaron, bajo la batuta de la oficina de recursos humanos.
Por espacio de algunas horas, todos nos olvidamos del acontecer diario, de la lucha constante por estar un paso adelante de la competencia, con la noticia fresca, la primicia y los destapes. Nos volvimos niños otra vez y nos entregamos a la magia de la Navidad. Los miles de trabajadores, no sólo de Lima, sino de todas las filiales de la corporación Epensa a nivel nacional, en que también se realizaron encuentros con todo el personal y la plana gerencial, vivieron por adelantado la Nochebuena.
El equipo verde se llevó el primer lugar de la competencia. Su alegría contagiante le aseguró el triunfo. Pero al final, todos coincidimos en que el único ganador fue el equipo de la familia de Epensa, que se contagió de ese espíritu de paz, alegría, armonía y confraternidad.