La cumbia peruana, uno de los géneros más populares en el país, ha sido víctima de un problema creciente: la extorsión. Tras los atentados que ocurrieron en enero de este año durante un concierto de la reconocida agrupación Agua Marina, se revela que otros grupos de cumbia también han sido blanco de estos delincuentes. La orquesta Armonía 10, en voz de su animador Max Aguirre, ha confesado que fueron víctimas de extorsionadores en Trujillo. Esta situación ha generado preocupación y dificultades para los músicos que buscan llevar alegría a su público.
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En enero, durante un concierto de Agua Marina en Trujillo, se escuchó una explosión cerca del escenario, generando pánico entre los asistentes. Este fue el segundo incidente similar, ya que en agosto de 2022 también se colocaron explosivos durante un concierto de la orquesta sechurana en la misma ciudad. Estos actos han dejado claro que la cumbia peruana se ha convertido en un blanco para los extorsionadores, que buscan sembrar el temor y perturbar el desarrollo de los eventos musicales.
No solo Agua Marina ha sido afectada, sino también otros grupos reconocidos como Armonía 10. Max Aguirre, animador de la emblemática orquesta piurana, reveló que también fueron víctimas de extorsionadores durante un evento en Trujillo hace aproximadamente un mes y medio. Aguirre destacó que esta situación no representa a la gente de Trujillo, conocida por su calidez y hospitalidad, y expresó su deseo de que estos problemas se solucionen para que todos los músicos puedan desarrollar su trabajo sin dificultades.
El Grupo 5, otra destacada agrupación de la cumbia peruana, también ha sido afectado por la extorsión. Elmer Yaipén, uno de los líderes de la orquesta, reveló haber recibido amenazas de muerte por parte de un peligroso extorsionador conocido como ‘El Burro’. Este delincuente se encuentra recluido en el penal de Challapalca (Puno). Incluso el cantante de cumbia Leonard León ha denunciado haber recibido mensajes extorsivos exigiendo grandes sumas de dinero.