Más de dos meses después de la muerte de Michael Jackson, el músico fue despedido ayer por familiares y amigos que acompañaron su féretro en el mausoleo del cementerio Forest Lawn de Glendale, suburbio de Los Angeles, bajo fuertes medidas de seguridad.
Arreglado por un estilista y maquillador como si fuera su último show, la urna bañada en oro y plata de Michael Jackson fue llevada al Gran Mausoleo del Forest Lawn Memorial Park en Glendale a las 7:00 de la noche.
El Forest Lawn de Glendale, ubicado bajo las colinas que arden desde la semana pasada en Los Angeles, recibió el cuerpo de Jackson bajo sus estrictas medidas de discreción que hicieron que otros íconos del espectáculo también eligieran este cementerio, entre ellos, Humphrey Bogart, Clark Gable, Lon Chaney, Nat King Cole, Walt Disney, Errol Flyn y Jimmy Stewart.
Este fue el último acto de Michael, el último show. Su cuerpo se fue, pero su espíritu seguirá vivo, dijo Marlon Jackson al diario británico The Mirror.
El hermano también reveló que dentro del féretro de Jackson estuvo su célebre guante de lentejuelas blancas y una carta firmada por sus tres hijos, Prince Michael, de 12 años; Paris, de 11, y Blanket, de 7, en la que escribieron: Papi te amamos, te extrañamos.
El sargento de la policía del Departamento de Policía de Glendale, Tom Lorenz, dijo a la prensa que estuvimos en capacidad de lidiar con este evento y proveer a la familia un servicio fúnebre en paz, un operativo que será pagado con la herencia de Jackson, pero cuyas cifras se desconocen.