Una investigación elaborada por el Centro Nacional de Epidemiología, Control y Prevención de Enfermedades (CDC), adscrita al Ministerio de Salud, señala que en una eventual tercera ola de COVID-19 en el país, más de 115 mil personas fallecerían a causa de esta enfermedad en el “peor escenario”.
De acuerdo al documento remitido el 5 de agosto por el CDC al Instituto Nacional de Salud, en el escenario más conservador de una eventual tercera ola, un total de 67.292 morirían producto del COVID-19, mientras que 19.868 necesitarán camas UCI y habrían 397.362 hospitalizados. Y un total de 2.483.511 casos confirmados.
Mientras que, en el “peor escenario”, el CDC estima 115.189 fallecidos por COVID-19, 33.043 hospitalizados en camas UCI, 660.863 hospitalizados y un total de 4.130.393 casos confirmados de coronavirus.
El documento señala también que la tercera ola podría extenderse en un periodo de nueves meses. “El impacto de las intervenciones tiene relación con el grado del cumplimiento de las medidas preventivas y del confinamiento”, se lee.
En julio pasado el Minsa estimó que en una eventual tercera ola del coronavirus podría causar 52.536 muertes.
Las regiones que presentarían una mayor cantidad de fallecidos en una eventual tercera ola serían:
En un escenario más conservador:
Lima Metropolitana (20.780)
Piura (6.216)
La Libertad (4.977)
Cajamarca (3.264)
Puno (3.025)
Junín (2.980)
Arequipa (2.928)
Cusco (2.836)
Ica (2.563)
Áncash (2.254)
Huánuco (2.191)
Áncash (2.254)
En el peor escenario:
Lima Metropolitana (38.484)
Piura (10.330)
La Libertad (8.261)
Cajamarca (4.890)
Puno (4.976)
Junín (4.693)
Arequipa (4.683)
Cusco (4.336)
Ica (4.428)
Áncash (3.695)
Huánuco (3.270)
Mientras que las regiones con más infectados en el peor escenario serían:
Lima Metropolitana (5.633.045)
La Libertad (1.153.593)
Piura (1.228.772)
¿Cómo evitar un mayor impacto de una tercera ola?
Respecto a esta investigación realizada por el CDC, el exministro de Salud, Óscar Ugarte, refirió que mientras más se avance con la vacunación, más protegidos “estaremos” y así evitaremos que “se produzca en el corto plazo una terca ola COVID-19″.
Indicó que, si se relajan las medidas de bioseguridad como no usar mascarilla, no respetar el distanciamiento social, acudir a concentraciones masivas, entre otros, esto “conducirá directamente al inicio de una tercera ola”.
“Si hay control social, si hay un comportamiento social responsable por parte de todos nosotros este factor se reduce”, aseveró en entrevista a RPP Noticias.
“Si nos portamos bien yo digo eso (tercera ola) se puede postergar a octubre o noviembre y una (ola) menor, no como la primera. No es un escenario dramático, además tenemos más capacidad de respuesta ahora. También tenemos más camas hospitalarias, en los últimos meses se han ampliado a 7 mil y hoy un buen porcentaje están desocupadas, incluso las camas UCI. Y además tenemos más oxígeno”, precisó.
El actual ministro de Salud, Hernando Cevallos, estimó que una tercera ola de COVID-19 se produciría en setiembre; sin embargo, señaló que esta será “menos lesiva” pues una mayor cantidad de población habrá recibido las dosis de la vacuna contra el coronavirus.
“Según lo que nos dicen los órganos de inteligencia, lo que se anuncia es que tendríamos una tercera ola en setiembre, hay muchas chances de que así sea, pero será menos grave si nuestra población está debidamente vacunada”, aseveró.