Según un estudio realizado por la ONG Plan International en Lima, las y los adolescentes y jóvenes, entre 14 y 29 años, que ha migrado del país vecino de Venezuela, presentan mayor desconocimiento o desconfianza hacia las entidades a las que pueden pedir información o solicitar protección, en casos de violencia basada en género (VBG), en comparación a sus pares peruanos
En esa línea, del total de adolescentes y jóvenes peruanos encuestados, solo el 31 % identifica conocer que existen personas o grupos en la comunidad que pueden dar información y actuar en caso de situaciones de violencia. Sin embargo, ese porcentaje es mucho menor (14 %) en las y los adolescente y jóvenes procedentes de Venezuela que participaron en el estudio.
Asimismo, mientras que el 37% de la población adolescente y joven local reconoce a la policía como una institución que pueden ofrecerles protección en situaciones de violencia, el 27% señala a los Centros de Emergencia Mujer (CEM) y el 25% a la Defensoría Municipal del Niño y Adolescente (DEMUNA), en el caso de la población adolescente y migrante, solo el 20% identifica a la policía y el 11% a los CEM y la DEMUNA.
Estos datos revelan el estado de mayor vulnerabilidad que afronta este sector de la población migrante en la actualidad, al tener menor reconocimiento de los lugares que ofrecen protección.
Este es uno de los principales hallazgos del estudio de línea base del proyecto ELLA, una iniciativa implementada por Plan International Perú, con apoyo del gobierno de Canadá.
Para la investigación se encuestó a 86 mujeres adolescentes y jóvenes y 50 hombres adolescentes y jóvenes, tanto de Lima, como procedentes de Venezuela, que habitan en Lima Este, en el distrito de San Juan de Lurigancho, Lima Norte, en los distritos de Comas y Los Olivos, y Lima Sur, en los distritos de San Juan de Miraflores y Villa El Salvador. También se encuestó 707 personas de la comunidad y 100 integrantes de organizaciones y grupos.
“La investigación tiene como objetivo contribuir a un mejor entendimiento del contexto en el que adolescentes y jóvenes, especialmente población migrante y refugiada de Venezuela, acceden a los servicios de protección y salud sexual y reproductiva en el Perú. De esta manera, buscamos una comprensión más profunda para una intervención más efectiva”, indicó Véronique Henry, Directora País de Plan International Perú.
El estudio de línea de base también reveló que las y los adolescentes y jóvenes, tanto del Perú como las procedentes de Venezuela, presentan ideas equivocadas o desconocimiento sobre los procedimientos y las instituciones para denunciar casos de violencia basada en género. Por ejemplo, un 27% de la población encuestada cree que presentar una denuncia tiene un costo, 26% piensa que se requieren evidencias o signos de violencia, 29% cree que debe hacerse durante una crisis para ser más creíble y el 15% considera que se necesita un abogada o abogado.
Por otra parte, el estudio también recoge la percepción de una clara diferencia en el trato y atención que reciben las personas refugiadas y migrantes cuando realizan alguna denuncia por violencia, en comparación con las personas peruanas, especialmente las mujeres, lo que se percibe como discriminación, rechazo e invisibilización.
En temas vinculados a la salud menstrual, embarazo, anticonceptivos, infecciones de transmisión sexual (ITS) y acceso a servicios, el estudio reporta que las mujeres adolescentes y jóvenes de Perú y migrantes de Venezuela siente que reciben más información y servicios relacionados con su salud sexual y reproductiva a diferencia de sus pares hombres. Con respecto al uso de anticonceptivos, las mujeres tienen un mayor conocimiento sobre la existencia de diversos métodos en comparación con los hombres quienes principalmente identifican solo al condón.
La investigación también presenta algunos mitos y creencias en las y los adolescentes hombres y mujeres del Perú y procedentes de Venezuela sobre el uso de anticonceptivos. El 28% piensa que pueden causar infertilidad permanente en las mujeres, el 26% cree que los anticonceptivos son peligrosos para la salud femenina, el 25% piensa que el uso del condón disminuye el placer masculino (más común en hombres y migrantes), mientras que el 24% cree que los anticonceptivos aumentan el riesgo de deformidades en los bebés.
“Los resultados de la línea base nos impulsan a seguir adelante con un enfoque integral y transformador de género dirigido a las y los adolescentes y jóvenes. Queremos abordar los desafíos urgentes que enfrentan tanto las personas migrantes y refugiadas de nacionalidad venezolana, como sus pares de la comunidad de acogida. Además, queremos fortalecer a los padres, madres, cuidadores, comunidades y proveedores de servicios relacionados a la salud sexual y reproductiva y la protección” señaló Véronique Henry.
El Proyecto ELLA, que significa: Empoderamiento, liderazgo local y rendición de cuentas para adolescentes y mujeres jóvenes venezolanas y de comunidades de acogida, tiene como objetivo que las adolescentes y mujeres jóvenes, principalmente refugiadas y migrantes de Venezuela, ejerzan sus derechos a la protección y salud sexual y reproductiva.
Se ejecuta en los distritos de Comas, San Juan de Lurigancho, Los Olivos, San Juan de Miraflores y Villa el Salvador donde impulsa actividades de formación y sensibilización para que más mujeres adolescentes y jóvenes, particularmente refugiadas y migrantes venezolanas en toda su diversidad, puedan contar con una salud sexual y reproductiva plena y protección ante los casos de violencia.