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Una bebita de apenas año y medio de nacida, sufrió los más salvajes castigos por su propia madre y padrastro, a su corta edad la golpearon con una correa, soga, varilla y palo, por el simple hecho de orinarse en su ropa.
No contento con los castigos, la madre y padrastro la hacían dormir en el suelo como cualquier animalito, mientras ellos lo hacían en una confortable cama ya que la menor les incomodaba.
La pareja de desnaturalizados padres, fueron identificados como Miki Gonzales Cortez y Marilú Sánchez Llico, quienes fueron denunciados ante el Comité Descentralizado de Rondas Urbanas y Campesinas de Cajamarca, por la abuela materna quien presenció en varias oportunidades los castigos a la niña.
Ambos fueron sometidos a la disciplina rondera, pues fueron castigados con la binza rondera, Después Marilú Sánchez decidió separarse definitivamente del hombre que había jurado protegerla junto a su hija. Fernando Chuquilín, Presidente de las Rondas Urbanas, afirmó que la fiscalía nunca aceptó la denuncia de los familiares, por lo que la solución en su base rondera fue que la pareja se separe.
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